El Restaurante

El buen hacer en la cocina

Nuestra Gastronomía

Como no podía ser de otra forma, teníamos que destacar por productos Valencianos y haciendo resurgir un sin fin de sabores  que cultivamos. En nuestra  agricultura predomina, el cultivo de arroz, verduras, vegetales y frutas que podremos recolectar para poder utilizarlas posteriormente.

Para nuestra paella utilizamos verduras como las judías verdes, las judías de careta, judía de garrofó, judías de la peladilla, alcachofas, además de carne de pollo y conejo y albóndigas caseras.

Nuestras empanadillas

 

Las culturas mediterráneas y sus derivadas, véanse el centro y el sur de América, tienen entre sus costumbres comer casi cualquier cosa envuelta en masa de pan, sea éste de trigo o de maíz, ázimo o henchido de levaduras, frito o cocido, o bien horneado.

Como es lógico a los ingenios comestibles derivados de esa creación se les suele llamar empanadas, y son famosas aquellas como las gallegas que en sus entrañas llevan ricas vieiras o jugosos lomos de ternera de la tierra. Son empanadas hermosas, de sobradas dimensiones para dar de comer a varias personas, y su contenido es calórico en general, ya que adicionan a los ingredientes que forman la farsa –los descritos u otros similares, más cebollas, pimientos y verduras- los aceites que añaden a la harina, que logran pastas hojaldradas, muy sabrosas.

La versión reducida, individual, de tales golosinas, se llama de forma también lógica, empanadilla, y su confección se asemeja a las de sus mayores, aunque por alguna razón son mayoritarias las que cuentan entre sus ingredientes con el atún que proviene de una lata y el tomate frito, acompañadas en las  más de las ocasiones por trozos de huevo duro.

Paella Valenciana de pollo y conejo

 

La paella, el gran icono de la gastronomía valenciana, es también el plato más maltratado por la restauración levantina.

Si preguntas a un valenciano por un restaurante donde comer una buena paella, probablemente ponga cara de circunstancias y, después de meditar un rato, te diga ¡En mi casa los domingos¡

Es cierto, cuesta mucho encontrar un restaurante donde cocinen una buena paella. Parpalló reproduce fielmente la paella valenciana del fin de semana, ésa que cocina el padre de familia pavoneándose alrededor del fuego ceremonial. Porque en Valencia, la paella la cocinan los hombres, un detalle más del machismo valenciano. El fuego y el caldero son los protagonistas indiscutibles de la mañana del domingo y el hombre, que entre semana no cocina nunca, se calza el delantal para asumir parte de ese protagonismo. Conviene advertir que, pese a lo que pueda decir algún fundamentalista del arroz, no existe una única receta de la paella.

Estamos ante un plato popular cuyos ingredientes básicos son el pollo y el conejo, escoltados por otros productos que varían de pueblo a pueblo. En algunos utilizan garrofón, en otros también un poco de pimiento, en muchos lugares una puntita de ajo durante el sofrito.

Ésta de Barx (un precioso pueblo cercano a Gandía) se acompaña de unas sabrosas pelotas de magro y ternera. La verdura tiene aquí mucha importancia y cambia con las estaciones, como siempre ocurrió en la gastronomía tradicional: en verano judías, garrofón y alubias de los campos cercanos y en otoño, a partir de la fiesta del Pilar, habas tiernas y alcachofas. Es frecuente que esta paella de invierno quede oscura e incluso con cierta tonalidad verdosa por el concurso de las alcachofas.

El restaurante (en realidad un bar-restaurante) es modesto, popular y bullicioso. Su oferta es extremadamente corta porque, como dice su propietaria, Julia Donet, “aquí todo el mundo pide lo mismo”, es decir, paella, empanadillas (de pisto, espinacas o cebolla) y ensalada”. Sin embargo, pese al ruido del comedor, la cortísima carta de vinos y la ausencia de alternativas al arroz, este sencillo restaurante está llamado a convertirse en lugar de visita obligada para quienes peregrinan en busca de la buena paella valenciana.

Restaurante El Parpalló